Flipped classroom. Invirtiendo el aula.

¿Qué es el flipped classroom o el aula invertida? Consiste en un modelo de enseñanza que trabaja fuera el aula, es decir utiliza el tiempo de clase para los procesos de aprendizaje de mayor complejidad y el tiempo de fuera para afianzar estos conocimientos.
Hoy en día vivimos rodeados de dispositivos tecnológicos, centrando la mayor parte de nuestro tiempo en utilizar nuestro móvil, tablet, PC, etc.... Tanto que llega a convertirse en un problema social, ya que nos hemos adentrado tanto en el mundo virtual que terminamos pasando por desapercibido el mundo real.

Es evidente que el desarrollo de las nuevas tecnologías ha supuesto un gran avance en nuestro día a día. La comunicación y la información están al alcance de todos en cualquier momento y lugar, por lo que el conocimiento juega un papel protagonista en el mundo actual.
Como todo, tiene sus ventajas e inconvenientes pero vamos a centrarnos en los puntos positivos que nos ofrecen para trabajar desde la educación e inminentemente el interés que suscitan nuestro alumnado.
Este modelo se centra en el aprendizaje colaborativo mediante el uso de la web 2.0 para la búsqueda, selección, curación y publicación de múltiples recursos abriendo una nueva posibilidad para el proceso de enseñanza y aprendizaje, cambiando por completo los roles tradicionales de profesor-alumno.
El maestro es un guía que orienta a los estudiantes en la adquisición de conceptos y la aplicación de los mismos desarrollando de forma creativa los contenidos.
Veamos a continuación cuales son las características principales del aula invertida.
- Espacio flexible y abierto. Se crean espacios educativos donde el alumnado accede cuándo y dónde desea. Podemos ver el ejemplo de las plataformas virtuales como Moodle en la que se cuelgan contenidos a los que el alumnado puede acceder en cualquier momento.
- Profesionales educativos. La función de los docentes es observar y proporcionar feedback al alumnado mientras que va guiando en la práctica que van realizando. Los educadores se coordinan entre sí para garantizar un trabajo eficaz partiendo de la crítica constructiva y la colaboración docente.
- Alumno protagonista. El enfoque se centra en la figura del alumno como creador de su proceso. Investiga aspectos y contenidos educativos construyendo de manera activa el conocimiento a la vez que se autoevalúan.
- Optimización del tiempo. Los docentes adoptan métodos y estrategias para maximizar el tiempo de clase de manera que este tiempo se amplía fuera el aula mediante el aprendizaje autónomo.

En conclusión estamos viendo como el avance tecnológico se involucra en el ámbito educativo dando lugar a una nueva enseñanza el siglo XXI a través de la cuál cambian los roles completamente y se abre camino hacia una nueva era el conocimiento.
No veamos esto como una amenaza sino como una oportunidad de personalizar la educación y adaptarla a esta nueva etapa que vivimos, teniendo presente que se trata de una herramienta más de trabajo que se pone al servicio de las personas.
Y es que "La mejor forma de predecir el futuro es implementarlo" Heinemeier Hansson.